El primer aliento de la Patagonia
Desde el mismo instante en que aterrizás, comienza una experiencia profundamente personalizada. Nuestro equipo te recibe en el aeropuerto como se recibe a un amigo: con calidez, un chocolate artesanal y una historia que empieza a contarse apenas iniciamos el camino.
El trayecto hacia la ciudad se convierte en un recorrido interpretativo: atravesamos la estepa, las montañas se dibujan en el horizonte, aparece el lago y, poco a poco, la esencia de Bariloche se revela en cada curva de la ruta.
Luego, una caminata suave entre coihues y cipreses nos conduce a un mirador secreto sobre el Nahuel Huapi, donde la inmensidad del paisaje se combina con los sonidos del bosque y el aroma del viento austral. Allí, compartimos un ritual profundamente argentino: el mate, acompañado por sabores caseros y el relato cercano de quienes eligieron vivir aquí.
Una bienvenida sensorial, íntima y genuina. El primer respiro profundo de la Patagonia.
