Recientemente, Chile ha sido nombrado el “Mejor Destino Verde del Mundo” en la trigésima edición de los World Travel Awards, la organización que reconoce, premia y celebra, desde 1993, la excelencia en todos los sectores clave de las industrias de los viajes, turismo y hotelería. Si hablamos de destinos de naturaleza en el sur de Chile, es imposible no pensar en la “Patagonia Verde”, un vasto territorio entre la Cordillera de Los Andes y el Océano Pacífico, ubicado en el sur de Chile. Forma parte de la Región de Los Lagos y contiene a las comunas de Cochamó, Hualaihué, Chaitén, Futaleufú y Palena.
Su mayor atractivo es su paisaje incomparable: las montañas cubiertas de bosque, los ríos que bajan veloces desde las alturas, los lagos enclavados en los valles profundos, los glaciares, los golfos, las playas, el sinfín de rincones y senderos.
Los orígenes de Futaleufú
Este pintoresco pueblo de la Patagonia Chilena se encuentra en la provincia de Palena, en la Región de los Lagos. Tiene un poco más de 2600 habitantes y limita al oeste con Chaitén y al sur con Palena. Debe su nombre al río Futaleufú, que en lengua mapuche significa “río grande”.
Fue a principios del siglo XX que llegaron los primeros colonos a estos territorios, específicamente a la zona de Los Cipreses en territorio argentino, cuando la frontera todavía no estaba definida. Sus miembros descendían de campesinos que habían migrado hacia Argentina desde Chile central, desplazados por inmigrantes extranjeros a quienes el Estado de Chile, sin considerar a los locales, les había entregado miles de hectáreas de terreno.
Los colonos de Futaleufú vivían en medio de un conflicto fronterizo entre Chile y Argentina. En este contexto, entre los territorios disputados por ambos países, Futaleufú fue uno de los más afectados, ya que por mucho tiempo los límites no estuvieron claros.
Los pioneros que llegaron enfrentaron tiempos muy difíciles, alejados de los grandes centros urbanos, soportaron las inclemencias del tiempo, se establecieron y empezaron una vida en uno de los lugares más remotos de la Patagonia chilena.
Fue en el año 1910 cuando los colonos chilenos, luego de vivir en Argentina, decidieron regresar al territorio chileno en busca de tierras para colonizar. La fundación de Futaleufú por parte de José Felmer Pothoff en 1929 representa la “fundación” de una comuna donde el poblamiento se realizó en forma espontánea. A pesar de que los pobladores eran chilenos, carecían de vínculos formales con Chile. Un curioso artículo publicado en el Diario El Esfuerzo en el año 1934, titulaba: “Los habitantes de Futaleufú no sabían que eran chilenos”.
Según los relatos históricos, se dice que la primera familia en entrar al Valle de Futaleufú fue la de Ceferino Moraga, en 1912. Primero llegaban los hombres solos, con el fin de explorar los campos disponibles y de encontrar un lugar donde establecerse. Sin embargo, mantenían su trabajo y su hogar en territorio argentino.
Hasta avanzado el siglo XX, Futaleufú sostuvo fuertes lazos socioeconómicos con el pueblo de Trevelin, al otro lado de la frontera, en territorio argentino. Por ejemplo, era común el uso de la moneda argentina, sumado a muchos productos de consumo masivo, que ingresaban desde Argentina.
Futaleufú se fundó oficialmente en el año 1929, luego de más de una década sin autoridades ni reconocimiento estatal. Un grupo de pobladores dirigidos por Froilán Jélvez, buscaba que el pueblo de Futaleufú fuera reconocido como chileno. Gracias a este esfuerzo, y a que la petición fue escuchada, los primeros representantes de las instituciones públicas comenzaron a llegar al Valle de Futaleufú. A cada matrimonio se le entregó 600 hectáreas de terreno.
Con el paso del tiempo, Futaleufú dejó de estar aislado del resto de Chile. En el año 1982, Futaleufú se conectó con la localidad de Chaitén, sin embargo, es sólo a fines de esa década que aparece el primer transporte público terrestre en el valle, uniendo ambas localidades. Gracias a la construcción de la Carretera Austral en 1985, mejoró también la conexión con el resto de Chile.
Rafting y paisajes de ensueño
El pueblo es conocido a nivel mundial por el río Futaleufú, de los tres mejores ríos del mundo para hacer rafting y kayak. Sus aguas color turquesa, sus bosques nativos, sus impactantes cerros y sus aguas hacen que sea un destino elegido por los amantes de la aventura. El río nace de los deshielos de la cordillera, cruzando la comuna en su viaje hacia el océano. Enorme y torrentoso, es como un habitante más, el más antiguo de todos, junto con los otros ríos y lagos cordilleranos.
Al estar rodeado de montañas, existen varias opciones de miradores para poder disfrutar las vistas del pueblo. La mayoría de las montañas tienen nieve en la cumbre, incluso durante los meses de verano. El Mirador Cerro La Bandera es un trekking de aproximadamente 40 a 60 minutos del pueblo. En lo alto de la montaña hay una bandera chilena flameando. El mirador nos ofrece una vista completa de Futaleufú y alrededores de la comuna.
Otro de los miradores cercanos al pueblo, es el Mirador de la Virgen, también conocido como La Gruta, al cual se accede por medio de una escalera. Desde arriba es posible observar el pueblo, sus casas típicas de la Patagonia. Saliendo de Futaleufú y rodeando la Laguna Espejo, es posible acceder el Cerro El Mirador Torre del Agua. La ruta comienza rodeando parte de la laguna y continúa subiendo hacia este punto de observación, desde ahí es posible ver buena parte del poblado, la laguna y las montañas Cerro La Bandera y Piedra del Águila.
Otros atractivos en la región:
Río Espolón
Este río se caracteriza por el gran caudal y el color esmeralda de sus aguas. Es un río correntoso, típico de los valles montañosos de esta zona de la Patagonia chilena. Lo cruzan varias pasarelas de madera por donde se puede transitar de un punto al otro.
Laguna Espejo
A la salida de Futaleufú, es posible encontrar La Laguna Espejo, un hermoso lugar donde los cerros se reflejan en las claras aguas. La lluvia, el aire limpio y puro, las montañas que rodean a la laguna. Todo es parte de la experiencia natural que nos regala la Patagonia Verde de Chile. Además, existe un camino que bordea completamente su ribera, donde es posible realizar paseos a pie, a caballo o en bicicleta.
Reserva Nacional Futaleufú
Con una extensión de 12.000 hectáreas, esta área protegida a nivel nacional contiene bosques vírgenes siempre verdes y es el hogar de variada fauna silvestre, incluyendo el Venado Sur Andino. Forma parte de la Reserva de la Biósfera Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes. Se ubica en la comuna de Futaleufú, al sur oriente del río del mismo nombre, a 150 kilómetros desde la ciudad de Chaitén, capital de la provincia de Palena. La especie de mayor relevancia para la reserva es el huemul, especie heráldica y endémica del sur de Chile y Argentina que actualmente figura como especie en peligro.
Parque Provincial Termas del Amarillo
El parque se encuentra a 120 kilómetros de Futaleufú, en la Región de Los Lagos, rodeado de una espectacular y frondosa vegetación, de extraordinaria belleza natural. Sus aguas que provienen del afloramiento del volcán Michimahuida, son hipertermales, es decir, muy calientes, alcanzando temperaturas promedio de 52°C. Son ricas en azufre y se recomiendan para el alivio de las enfermedades reumáticas.
Las aguas de las termas son relajantes, pueden ser disfrutadas a través de los tradicionales baños, también a través de baños de barro y baños de vapor, que limpian, purifican la piel y revitaliza el metabolismo, haciendo olvidar el estrés y el cansancio. El centro termal, que abarca 4 hectáreas, posee una piscina, pozones naturales al aire libre, casetas privadas, sauna y cabañas, todas armonizando con el hermoso entorno. Además, el lugar cuenta con un sector de camping con todos los servicios necesarios.
Lago y Glaciar Yelcho
El lago Yelcho se encuentra a 92 kilómetros de Futaleufú y 46 kilómetros al sur de Chaitén. Este lago es uno de los más visitados por grupos de pescadores y familias que desean disfrutar de sus aguas y de su entorno. Este lago es de origen glaciar y sus aguas son de color verde esmeralda. Recibe las aguas del río Futaleufú y desagua sus aguas en el río Yelcho, el cual desemboca en el océano Pacífico.
El lago es conocido a nivel mundial por la pesca deportiva. El puente colgante que atraviesa el río Yelcho, se enmarca como una postal particular del lugar, así como también el Glaciar Yelcho, ubicado a 4 kilómetros del puente colgante en dirección sur. En este lugar existen sitios de picnic y un sendero que conduce al Ventisquero que es de baja dificultad.