El 28 de diciembre de 2010 parte del equipo de AIRE, Moira Taylor y Francisco Bedeschi, hicieron cumbre en el Pico Argentino del volcán Tronador. Mientras preparaban el descenso final hacia el refugio Otto Meiling, ambos se vieron sorprendidos ante la visita inesperada de un planeador, que insolente (y educadamente, hay que decirlo) efectuaba una serie de vuelos rasantes de cortesía. El fotógrafo disparó y captó el instante. La idea original era encontrar cóndores, pero la modernidad aparece de cualquier manera y en cualquier sitio. Incluso en la cima del Tronador.