La médica naturista Sara Itkin y Cerveza Patagonia organizaron un taller sobre adopción de plantas nativas y la importancia de su cuidado. Durante la actividad se realizó una caminata guiada para aprender a reconocerlas, saber cómo cuidarlas, trasplantarlas y para conocer más de sus usos medicinales naturales. Y al finalizar cada participante pudo adoptar una planta nativa para llevarse a su jardín.
Días atrás, la médica naturista Sara Itkin dictó un taller sobre Plantas Nativas Patagónicas y sus propiedades medicinales en la micro de Cerveza Patagonia, en Circuito Chico. Los participantes escucharon atentamente las palabras de la “médica yuyera”, como se autodenomina, y recorrieron el jardín de la cervecería para reconocer las distintas plantas que crecen de manera silvestre y tienen muchas virtudes para la salud. “Creo que la pandemia nos hizo volver a lo natural, muchas personas querían saber más sobre medicina natural, sobre los beneficios de la medicina preventiva de las plantas y también como alimento, tener sus propias huertas o ser más conscientes sobre lo que comían”, explicó. Itkin estudió medicina en Rosario y se instaló en la Patagonia para hacer su residencia. En su paso por distintas localidades de Neuquén, tomó contacto con comunidades rurales y mujeres que conocían las propiedades de las plantas nativas. “Fui conociendo las plantas, desde la cosmovisión mapuche y de los saberes populares y ancestrales de mujeres que cuando hablaban de las plantas enderezaban los hombros y les brillaban los ojos y aprendí las plantas empoderan, sanan desde otro lugar más allá del poder físico químico que tengan”.
Cuando habla de las plantas se emociona. “Es impresionante todo lo que nos dan desde hace tanto tiempo, todas las propiedades que tienen y lo nobles que son”, expresó. Asimismo, sostuvo que “las plantas son las mejores alquimistas porque sanan por sumatoria de virtudes y tienen una acción sinérgica y selectiva”. Durante el recorrido mostró a los participantes cada una de las especies que se encontraban alrededor, haciendo hincapié en cuidar las plantas nativas que son las que mejor se adaptan al medioambiente patagónico.
A continuación, hacemos un breve repaso de las plantas nativas que se encontraron en los alrededores y de algunas de sus propiedades medicinales.
Arrayán: es un árbol posee propiedades astringentes, de la corteza se puede realizar una infusión o una decocción, que trae beneficios para los intestinos, especialmente aconsejada para quienes sufren de colon irritable. Además, funciona para diarreas y sus frutos son ricos en antioxidantes.
Core core: tiene poder cicatrizante, es buena para limpiar los ojos.
Maqui: es un arbolito muy noble, siempre verde, que crece prácticamente sin cuidados especiales, y tiene mucho poder medicinal, se puede hacer una infusión o hacer gárgaras si duele la garganta, masticar la hoja si tengo dolor de muela, y su fruto es el más rico en antioxidantes ya que tiene muchos antocianos y es rico en vitamina C. Además, su fruto es muy energético y ayuda a mejorar las defensas, a depurar el organismo, y a prevenir enfermedades cardiovasculares y como si fuera poco, regula los niveles de azúcar en sangre.
Radal: su hoja es buena para la tos obstructiva y para tratar broncoespasmo, alivia estados catarrales en tiempos fríos. Se puede simplemente poner unas hojas blandas en el agua del mate o hacer una infusión con ellas.
7 venas: al igual que el Core Core, tiene un poder cicatrizante muy bueno, sobre todo para lastimaduras de la piel.
Pañil: atrae a los polinizadores, arbusto con poder cicatrizante, es bueno para lavar heridas y ayuda a regular el tránsito intestinal.
Chinchin: fácil de reconocer por su aroma a vainilla y chocolate, las hojas y tallos se usan contra el reumatismo y la tos. También posee propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Chilco: se usan tanto sus hojas como sus ramas, es un regulador del ciclo hormonal de la mujer, así como también un diurético. Y tiene propiedades antipiréticas, pero sin cortar el efecto positivo de la fiebre. Sus frutos son comestibles y muy ricos.
El sabio maitén, uno de los árboles sagrados de los mapuches, crece en zonas donde hay abundancia de agua. De él se usan sus hojas para hacer un té muy útil para erupciones en la piel y también usado para dolores articulares. Y es un disipador de la fiebre y del dolor de cabeza.
El diente de león: todos conocemos ese “yuyo” de flor amarilla, que tiene un sin fin de propiedades: desintoxica el hígado, es diurético, contiene vitamina C y antioxidantes así como fibras. Tiene acción revitalizante, aumenta las defensas, ejerce una acción de limpieza profunda en el sistema digestivo y puede calmar dolores musculares y articulares agravados por la tensión.
Por supuesto, todas las propiedades que se mencionan aquí son absorbidas por el cuerpo a través de preparados, tés y decocciones así como tinturas madres. De todos modos, es importante antes de consumir cualquiera de estos preparados estar seguros de no ser alérgicos a ninguna de estas plantas o de alguna de la misma familia como por ejemplo en el caso del diente de león a las asteráceas compuestas: como ser el girasol o la margarita. Para más información no duden en contactar a la Dra. Sara Itkin o a su médico de cabecera.
Fotos: De Lia Oriana Espina – Cortesía de Prensa Cerveza Patagonia.