El mundo está en constante transformación. Como nunca antes, todo cambia rápidamente. La pandemia por Covid-19 nos ha llevado a replantearnos las prioridades, reconocer nuestros límites, pero, también, a buscar el bienestar. Para eso, es necesario detenernos y mirar hacia adentro. La introspección es la herramienta para llegar a ese puerto que llamamos “autoconocimiento”, válido tanto para las personas como para las empresas que buscan su lugar en este mundo en movimiento. Esta “ola” también alcanzó a Esencia.Patagonia y a sus integrantes. “Nos sonó el despertador”, dice sin vueltas Nahuel Alonso, CEO de la empresa. “Nos dimos cuenta que la intensidad de nuestro trabajo iba en contra de nuestro propósito, que el viajero esté en contacto con la naturaleza, cambie sus hábitos, se vuelva más reflexivo. No estábamos dándole el tiempo y espacio necesarios a que lo intangible de nuestra misión se cumpla”, agrega. Entonces, pararon la pelota durante algunos meses. Se tomaron el tiempo suficiente para reflexionar, mirar hacia adentro, para armar, desarmar y rearmarse. “Fue un trabajo en equipo pero que comenzó con lo personal de cada integrante. Como empresa, identificamos qué queríamos hacer, siempre brindando experiencias que marquen la diferencia y nos hagan distintos, pudimos reordenarnos y sentar las bases de lo que se viene”, asegura Nahuel. ¿El resultado? Crearon un nuevo método de trabajo al que llamaron “Método de Transformación Esencia”. “Desde hace más de 20 años diseñamos y operamos experiencias de exploración en la Patagonia con el objetivo de inspirar la transformación de las personas y del entorno con un impacto social, ambiental y económico positivo. Hoy, con todo lo aprendido, volvimos al terreno totalmente convencidos de que somos un portal que invita a explorar a través de experiencias que conectan con la naturaleza, la aventura, la gastronomía y el arte”, afirma.
Esta nueva etapa como empresa los llevó a identificar distintos conceptos que integran su nuevo manifiesto y que son transversales a las experiencias que proponen: naturaleza, límites, método, intangibilidad, comunidad, transformación e impacto. Siempre, sobre la base de sus valores: educación, excelencia, conservación y vínculos. El método -que está en constante evolución, aseguran desde Esencia- se inspira en dos movimientos: “Sharing Nature” y “Slow Travel”. El primero busca despertar la empatía hacia otros seres vivos y revivir valores ecológicos a través de actividades en el entorno natural, lo cual hoy en día está demostrado que incrementa exponencialmente los niveles de bienestar en las personas. Mientras que el segundo incentiva viajes orgánicos que dediquen tiempo a conectarse con las personas, su cultura, gastronomía, el entorno y con uno mismo. “Estos son movimientos que en su momento fueron vanguardistas y plantearon cosas diferentes”, explica Alonso.
Bajar a tierra
La aplicación del Método de Transformación Esencia es transversal a todo el universo Esencia e impacta en sus productos, la comercialización y las operaciones. Para eso, por un lado, rediseñaron sus experiencias para crear y operar viajes integrales, ahora de tres días de duración como mínimo, para lograr esa transformación a la que aspiran, priorizando el vínculo con las personas y el entorno. Potenciaron el concepto de “Km 0” al ofrecer actividades de tracción a sangre que generen el menor impacto en el ambiente, desde locaciones y alojamientos que no impliquen traslados en vehículos o los mínimos e indispensables. Por otra parte, en el aspecto operativo, identificaron a los “embajadores” de su método para formar el equipo que, en definitiva, es el que transmite los valores de la empresa frente a los clientes. Y en cuanto a su tarifario, redujeron la cantidad de experiencias en base a su filosofía de “menos es más” para priorizar calidad y el cuidado de cada detalle.
Avanzar de forma sostenible
Durante la pandemia, el equipo de Esencia no se detuvo. Desde el área comercial se armó una nutrida agenda de participación en distintas ferias internacionales de turismo. “Pertenecemos a una comunidad global en la cual los productos que ofrecemos son reconocidos. Somos referentes del turismo de alta gama en Latinoamérica, en Argentina y también en la Patagonia. Eso nos llena de orgullo, pero también implica una responsabilidad si queremos ser actores de una transformación. Viajar es una gran herramienta para cambiar y mejorar el mundo”, enfatiza Nahuel.
En 2017 la empresa comenzó a medir la huella de carbono de todas sus operaciones con el propósito de mejorar, pero también, compensar. Con este conocimiento, sumó un costo de compensación a todas sus actividades.
Tres años después, Esencia.Patagonia inició el proceso de certificación como Empresa B, sello que obtuvo finalmente en 2021. Éste mide el impacto social, ambiental y económico de las empresas en las comunidades en las que están insertas, contribuyendo a crear un nuevo modelo económico que incluya a todos y que pueda crear valor para la humanidad. “La certificación nos dio herramientas para ponerle nombre y números al recorrido de la empresa en lo comunitario, en lo ambiental y económico. Y también nos sirvió para lograr un equilibrio positivo entre el propósito empresarial y el impacto social y ambiental”, asegura Matilde Apellaniz, referente del Área de Sustentabilidad.
Si bien lograr esta certificación fue un paso importante, “teníamos que ir por más”, adelanta Nahuel. “Así, creamos el Fondo de Transformación Esencia, una herramienta que busca darle sostenibilidad a nuestros proyectos de impacto positivo ambiental y social. Todas las tarifas de nuestros productos contemplan un porcentaje que se destina a este Fondo, con el que acompañamos y somos parte de Proyectos con propósitos de conservación en los lugares que visitamos”, puntualiza. Esta nueva herramienta incorpora una anterior utilizada por Esencia: la medición de la huella de carbono.
El Fondo de Transformación Esencia se aplica en tres ejes para generar conciencia en aspectos ambientales, sociales y económicos. El primero apunta a la conservación al trabajar junto a instituciones del tercer sector en proyectos de restauración de bosques nativos y protección de fauna silvestre. Además, busca minimizar la generación de residuos y, al mismo tiempo, hacer una gestión responsable de los mismos a través de la separación en origen y entrega del material clasificado a la Asociación de Recicladores Bariloche (ARB). En este sentido, Ailén Ortiz, referente del Área de Gestión & Alquimia de Esencia, explica: “estamos desarrollando un Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos para nuestros eventos, que comienzan con un fuerte foco en prevención, es decir, en minimizar la cantidad de residuos generados. Pero que no sea sólo para Esencia sino que otras empresas puedan contratar este servicio”. “La generación y gestión de residuos es un problema en Bariloche. Según los últimos datos oficiales de la Dirección General de Ambiente Bariloche de 2008, por día ingresan 280 toneladas de residuos al vertedero, lo que equivale al peso de 212 autos que no se separan ni se compostan y terminan transformándose en basura. La base de este nuevo proyecto es tomar conciencia y poder generar una alternativa sobre esta problemática”, indica.
“Trabajar en comunidad es parte del método”, aseguran. Por eso, en el equipo Esencia están muy contentos porque del total de proveedores y prestadores con los que trabajan -cerca de 3000- el 95% es local. Además, colaboran y acompañan a proyectos comunitarios locales como “Gotitas de Esfuerzo” y “Herreros de la Luz”; realizan capacitaciones y actividades de sensibilización orientadas a su equipo y proveedores y mantienen la equidad de género en los puestos de trabajo dentro de la empresa. El 57% del equipo de Esencia son mujeres.
Lo esencial es visible a los ojos
“Lo intangible es uno de los ingredientes más fuertes de lo que hacemos, estamos en búsqueda de medirlo y darle visibilidad. Es el resultado de la aplicación de nuestro método”, dice Matilde. “Queremos conocer el efecto transformador que tienen nuestras experiencias en las personas y la herramienta que encontramos el ‛Coeficiente de Transformación’ que consta de tres preguntas que hacen hincapié en las emociones, los nuevos hábitos y las memorias de cada viajero durante su estadía”, asegura.
En este sentido, Alonso señala: “Buscamos que la aplicación del método se pueda vivenciar durante la experiencia del viaje. El objetivo es tener un feedback que vaya más allá de la interpretación subjetiva, sino que se pueda generar un registro medible de la transformación de las personas”.
Esencia.Patagonia
